Los cuentos en la Educación Infantil
Los cuentos son narraciones de ficción, orales o escritas, en las que podemos encontrar variedad de temáticas y personajes curiosos. Estos textos literarios dirigidos al público infantil son un valioso instrumento en las aulas tanto para el alumnado como para el docente que se dispone a hacer buen uso de este tipo de narraciones. Tienen una serie de características que hacen de ellos un recurso fundamental en esta etapa educativa, puesto que permiten seleccionar una temática particular que conecta con el tema general que presentamos en el aula. Además, los personajes son variados y despiertan la curiosidad de los niños y niñas, con lo cual mantenemos la atención tan difícil de conseguir en estas edades. Suelen divertirles e interesarles al tiempo que contribuyen al desarrollo de la imaginación y la creatividad de los más pequeños. Son también un elemento socializador, pues permite el trabajo en gran grupo así como la resolución de posibles conflictos. Gracias a los cuentos los alumnos facilitan la construcción del esquema temporal, de forma que aprenden poco a poco qué ocurrió antes, qué pasó después y cómo termina la historia.
Existen cuentos que preparan para la vida, fomentan valores sociales, hábitos de higiene o incluso tienen la finalidad del conocimiento de la obra de un pintor determinado. El descubrimiento y empleo de todos estos tipos de cuentos va a permitir despertar el interés y el gusto por la lectura además de servir de vehículo para el buen uso del lenguaje y amplitud de vocabulario.
Una vez analizadas las características más relevantes que presentan los cuentos, veremos cómo podemos trabajar las distintas áreas de la Educación Infantil a partir de este atractivo instrumento educativo. Así, propongo como ejemplo un cuento que se puede emplear en un aula con niños y niñas de tres años. En él, los personajes que aparecen son animales, de modo que puede servir de apoyo a ese centro de interés. También se puede trabajar de forma aislada como entretenimiento o bien para tareas relacionadas con actividades psicomotrices. La utilidad del cuento es variada, lo importante es que tenga un fin didáctico.
El cuento se titula Pulguita. En él, una pulga va posándose en distintos animales buscando a un amigo para pasar la noche al abrigo. De este modo encuentra a un caballo, una vaca, un cerdo, una cabra, una oveja, un perro, un gato, una gallina y una familia de patos. Todos ellos le desprecian y ella siempre repite la misma expresión: “-¡No importa!-“y a continuación hace una rima simpática. Un ejemplo de ello sería: “-¡No importa!-piensa Pulguita-, esta cabra huele fatal, no habría dormido a gusto con este animal.-”. Finalmente, Pulguita llega a un almiar donde encuentra a otra pulga. Las dos deciden pasar la noche juntas y se hacen buenas amigas.
Con la narración de Pulguita en el aula, los niños y niñas pueden trabajar las distintas áreas que corresponden a esta etapa: Conocimiento e imagen de sí mismo y autonomía personal, Conocimiento del entorno, y Lenguajes: Comunicación y representación. En primer lugar es necesario narrar el cuento mostrando las imágenes y jugando con cambios de voz por parte del docente. Podemos buscar la participación del alumnado de forma que repitan la expresión de la pulga cada vez que un animal la rechaza. Esto resulta motivador y mantiene la atención del público haciéndoles cómplices de la lectura del cuento.
Una vez contada la historia de la pulga, podemos preguntarle a los niños cómo creen que se sintió al ser rechaza tantas veces. Dejaremos que el alumnado exprese sus ideas y sentimientos. Luego podemos jugar a poner caras que expresen emociones: tristeza al ser rechazada, alegría al encontrar otra pulga, cansancio de tanto saltar, miedo al recibir una coz, etc. De este modo estaremos trabajando el área referida al Conocimiento e imagen de sí mismo y autonomía personal.
Planificaremos también experiencias que hagan posible la realización de tareas relacionadas con el Conocimiento del entorno. Algunas de ellas pueden ser preguntar en el aula si conocen los animales que se nombran el cuento, comprobar el orden en el que aparecen, contar a los animales, ordenar de forma lógica en el tiempo las partes del cuento, comentar dónde podemos encontrar a los animales de la historia, si son o no domésticos, buscar información sobre su alimentación y dialogar sobre las diferencias entre las personas y los animales.
Finalizaríamos con tareas que atiendan al área de Lenguajes: comunicación y representación proponiendo actividades como por ejemplo escribir el nombre del cuento y ver cuántas letras tiene, comprobar si hay algún nombre de niño o niña de la clase que empiece por la misma letra que la del cuento, realizar los sonidos de los animales que aparecen, desplazarnos cómo ellos, buscar imágenes reales de estos animales en el ordenador empleando Internet, dibujarlos con distintas técnicas plásticas (collage, picado, acuarelas, pintura de dedos, etc.), aprender una canción sobre animales, realizar audiciones sobre sonidos de animales jugando a identificarlos, etc. El abanico de actividades es muy amplio y variado. Sólo hay que tener claros los objetivos que pretendemos alcanzar.
Los cuentos permiten trabajar en la Educación Infantil todo tipo de actividades resultando además significativo y motivador para el alumnado de estas edades. Será siempre necesario realizar una buena selección que tenga en cuenta la extensión de la narración, el tema, fijar unos objetivos claros, la variedad de experiencias que permita, el lenguaje empleado y, en definitiva, el atractivo que tenga para los niños y niñas a los que va dirigido.
El acercamiento de la literatura infantil a los más pequeños cobra cada vez mayor relevancia ya que nos encontramos en un momento en el que el nivel de fracaso escolar es muy elevado. El dominio del lenguaje y las experiencias que aporta la lectura son un medio óptimo, entre otros, para que este fracaso disminuya considerablemente. Será necesario, por tanto, fomentar este gusto por la literatura desde edades tempranas.